jueves, 25 de marzo de 2010

Esta es la Argentina Nacional y Popular

Hoy voy a hablar del gobierno Nacional, Provincial y Municipal. Voy a exponer mis ideas y argumentarlas. Y no, no es porque sea de la nefasta oposición de Macri, no es porque pretenda darle de comer a Clarín, NO. Es, justamente, porque estoy cansada de esas acusaciones, estoy cansada de esa mentira de que “laderecha”, se nutre de nuestras exigencias a Cristina F., Néstor K., sus punteros, su gabinete y sus funcionarios. Y si es así, y yo me equivoco, realmente, me duele ser funcional a esos mierdas, pero no voy a cambiar la funcionalidad a ellos por la funcionalidad al gobierno.
Listo. Empiezo.

No logro entender, bajo ningún concepto, que un gobierno que se autoproclama “el gobierno de los Derechos Humanos”, haya iniciado los juicios a los genocidas (que por cierto, hay que acelerar) y no haya garantizado la seguridad de un testigo clave como Julio López. No sólo eso, sino que no haya dado vuelta la tierra para encontrarlo en su debido momento. Y, peor aún, que ahora no hable de él (una de las cosas que más critico a este gobierno; NO HABLAN de cuestiones fundamentales que, para ser más clara, se relacionan, en su mayoría, con los Derechos Humanos de hoy).

Este mismo gobierno, el de los Derechos Humanos, es el que no cuestiona el gatillo fácil ni la represión (la única vez que lo hizo el impresentable Stornelli, lo planteó como un boicot a su gestión; VERGONZOSO). En definitiva, no controla los manejos de su policía. Cuando digo manejos me refiero a la corrupción, al gatillo fácil, a las redes de prostitución, a los otros tipos de trata de personas, a los desarmaderos, al paco, a todos los negocios sucios donde se involucran funcionarios y miembros de las fuerzas de (in)seguridad.

Éste es el gobierno de la PRESIDENTA, que habla de compañeros y compañeras, de argentinas y argentinos. Que habla de género en el 90% de sus discursos y que no exige ningún tipo de control a las comisarías de la mujer, donde más que recibirse sus denuncias se las viola. No habla (sí, reitero) de las redes de trata. No impulsó ningún proyecto de género significativo (más que la asignación universal por hijo, si se lo quiere llamar de género, que considero que está bien pero no alcanza). Un gobierno que no habla del derecho de homosexuales y travestis a casarse, a adoptar hijos, a no ser maltratados.

Un gobierno que clama memoria, verdad y justicia y que habla de éste, el país de los DESAPARECIDOS, pero no nombra a los desaparecidos de la democracia. No recibe a familias de chicos asesinados, secuestrados, torturados y desaparecidos. Un gobierno que nunca habló de Miguel Brú, de Luciano Arruga, de Luciano González, de Boli, de Iván Torres, de Julio López y de una inmensa lista que se sigue agrandando.

Ese mismo gobierno, el que pide memoria, verdad y justicia, es el gobierno que el 24 de marzo les negó a las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, la palabra frente a la multitud. El gobierno que no respetó la histórica marcha desde hace 14 años del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia; marcha que han respetado los gobiernos más nefastos. El gobierno que no sólo no respetó la marcha sino que no nos permitió entrar a la plaza, y no hablo de partidos y organizaciones de izquierda. Hablo de decenas de organismos de Derechos Humanos con una línea política intachable, y hablo de familiares de pibes asesinados, torturados y desaparecidos en ÉSTA democracia.

Por último, critico al gobierno que asumió con Duhalde (Darío y Maxi, y sus negocios con droga, droga y más droga), un Kirchner gobernador de Menem, un Scioli que presenta un proyecto de código contravencional desastroso, un Stornelli que se le ríe en la cara a Vanesa Orieta y que reincorporó a los 8 policías secuestradores de Luciano Arruga (y al que se le ocurre hablar de gatillo fácil hoy, cuando venimos denunciándolo hace años), un Espinoza que prometió cerrar el Destacamento Preventivo de Lomas del Mirador (destacamento al cual le sigue pagando el alquiler); y otros nefastos aliados que no tengo ganas de seguir nombrando.

¿Me cabe la derecha? ¿Macri, Clarín, Carrió, Patti? NO, NO ME CABE, y no pretendo serle funcional, pero tampoco pretendo serle funcional a este gobierno. Basta de ese cuentito de si le doy de comer o no a la derecha. Si no los critico le doy de comer a ellos. Critico a ambos y me como la torta yo.

domingo, 21 de marzo de 2010

A 34 años...




Por mi hermana: "No creo en dios, ni en ninguna religión.
Pero admiro a un hombre que llevó a una virgen en brazos para que los militares que no lo mataran en público. Admiro a uno de los tantos católicos tercermundistas.
Admiro a un hombre que ese día tiró al cielo volantes que decían "Marcha por la vida: Porque hay detenidos-desaparecidos, presos por motivos políticos y gremiales, estado de sitio injustificado, hambre y desocupación. Martes 5 de Octubre - 17 hs. - Salida: Av. de Mayo y Cerrito. Convocan: los Movimientos por la Defensa de los Derechos Humanos". Denuncias que algunos hasta el día de hoy siguen negando.
Admiro a ese hombre porque prefirió arriesgarse a desaparecer para poder hacer de este mundo algo más justo.
Amo a ese hombre porque es mi papá."

Fotografía: La República Perdida I

domingo, 14 de marzo de 2010

El Club de la Pelea.

En los últimos días llegué a una conclusión que en parte me sirvió, pero es muy dura. Empecemos por el principio.


1º Postal.
Un compañero del colegio estuvo varios días charlando con otros pibes sobre un intento de robo que había vivido. Un pibe (no sabe si era o no menor, pero era joven), apuntándole con una 22, le quiso robar. Por suerte o por desgracia, lo pudo reducir. Cuando lo tenía tirado, le dio tres veces la cabeza contra el piso; no le siguió pegando porque un adulto que estaba presente no se lo permitió, si no, según él, “lo mataba”.
Nota: la 22 estaba numerada, ergo, era de la policía (¡oh! Sorpresa).
Tuve la discusión convencional con mi compañero, a cerca de la crueldad de tener a un pibe en el piso y jactarse de haber podido matarlo, y asegurar que lo hubiera hecho. Pero además, mi compañero sostenía que “éste seguro era el hijo del puntero político del barrio”. Claro, como si un puntero político se expusiera y expusiera a su hijo mandándolo a robar de esa manera. La corrupción del puntero es mucho más implícita, perversa y premeditada que la de este pobre pibe.

2º Postal.
Otra compañera del colegio, me contó, horrorizada y al borde de las lágrimas por la crueldad de la policía y de su propia familia, otra situación similar a la anterior.
A Un pariente cercano, le robaron la campera y otras pertenencias cuando estaba por llegar a su casa. Cuando llegó, se lo contó a su familia y salieron a buscar al ladrón con un machete y un palo con dos clavos. Cuando lo encontraron, el pibe que había sido robado estuvo a punto de pegarle con uno de los palos, pero al parecer sintió mucha pena por ese chico. Así que él y su familia sólo lo redujeron.
En ese momento pasó un patrullero que (¡oh! Sorpresa), tenía todas las pertenencias que habían sido robadas. Versión de uniforme: se las sacaron al pibe porque sabían que no eran suyas, pero no se lo podían llevar porque era menor.
Cuando los dos canas se acercaron al ladrón, le empezaron a pegar y, con sus botas, a apretarle la cabeza contra el cordón. Cuando mi amiga me contó esto, éramos las dos las que estábamos al borde de las lágrimas.

3º Postal:
Hace varios meses, en mi barrio, asaltaron un locutorio. Los negocios vecinos se dieron cuenta e inmediatamente fueron a defender al dueño y a sus hijos. Sacaron al ladrón al medio de la calle y le empezaron a pegar junto con algunos vecinos que se sumaban y otros que miraban y comentaban. Mi vieja volvía de trabajar y no pudo creer lo que vio. Gente de 30 años para arriba, pegándole a un pibe de no más de 16. Les pidió que por favor lo dejaran, y después de algunas puteadas al pibe y a mi mamá, se fueron yendo y lo dejaron tirado. Mi vieja, claro está, llamó a la ambulancia.

4º Postal.
También hace unos meses, dos pibes trataron de entrar (cuando entraba su mamá) a la casa de una compañera del colegio. Justo pasaban en auto dos vecinos, pararon y se bajaron. A los dos pibes que intentaban robar los cagaron a palos entre ellos y otros del barrio. Llamaron a la policía, y cuando llegó, palabras textuales del uniformado (según mi compañera): “síganles dando, total no los podemos llevar”, mientras jugaban a trabar y destrabar la hitaca.



Nota: el objetivo de los cuatro relatos es, en parte, explicar de qué manera reflexioné y llegué a la conclusión. No es, bajo ningún concepto, el morbo o el regocijo.

Conclusión.
Es increíble hasta qué punto ha llegado la perversión. Hasta dónde nos hemos rebajado como sociedad. Cómo descargamos nuestra bronca de siglos de ser explotados, en un pibe, un pibe que no tiene la culpa, que la culpa es nuestra, carajo.
El “yo no soy culpable de la vida que le tocó”, el “algo habrá hecho, en algo anda”, el “yo lo golpeo porque él no hubiera tenido problema de matarme”, el “hay policías buenos”, el “no se puede vivir, nos están matando a todos”. Son frases. Entre otras. Que nos lastiman.
Solía sentir vergüenza, mucha vergüenza de mi sociedad y de mí como sujeto de ella. Ahora también siento pena. Por esos vecinos, a los que les hacen creer que golpear a esos chicos, a sus hijos generacionalmente hablando, es hacer justicia.

Nota: hasta qué punto justificamos a las víctimas. Luciano Arruga fue torturado dentro de un destacamento, Vanesa Orieta (su hermana) y todos nosotros, sabemos quiénes son esos hijos de puta y dónde trabajan (sí, están trabajando). Vanesa no fue a lincharlos.

sábado, 13 de marzo de 2010

La máquina

Hasta la punta de tu luz,
hasta tu grito más feroz,
se trepó a la máquina.

Es enorme y avanza

no ves cómo te come,
ni un cachito de cielo
para tus soles.

Hasta los ojos de mamá
viven en la maquina.
Hasta tus sueños de cristal,
hasta tu vuelo más audaz,
se trepó a la maquina.

Y en que temor dejaste
que se vaya tu vida
y te quedaste frito
emparchando las heridas.

Hasta tus mocos de campeón
viven en la maquina .

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sueña el Viejo Antonio.

Sueña el viejo Antonio que la tierra que trabaja le pertenece, sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad, que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte, sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena, sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse, sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo. Sueña que debe luchar para tener ese sueño, sueña que debe haber muerte para que haya vida. Sueña Antonio y despierta... Ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe. Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros. Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos. Sueña el virrey que su tierra se agita por un viento terrible que todo lo levanta, sueña con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruida y que el reino que gobernó se derrumba. Sueña y no duerme. El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo. El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es una brujería india y entre todos deciden que sólo con sangre se liberará de ese hechizo y el virrey manda a matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo.
En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar...



Subcomandante Insurgente Marcos.

lunes, 1 de marzo de 2010

La Murga.


La murga es una de las más hermosas expresiones humanas, tal vez mucho más allá de su valor artístico (no porque no lo tenga para mí, pero ha sido y es muy criticada y cuestionada). La murga es divertida, masiva, popular, representativa, histórica, la murga es milenaria y mística; y maravillosa.

La murga habla con y por todos; es fuerte, es conmovedora, es alegre pero esconde miles de años de sueños perdidos y comunidades maltratadas.

El murguero sale a la calle con un corazón triste a gritar las verdades de los pobres (desde los pobres de comida, pasando por los pobres de salud, de cariño, de tierra, de trabajo, de libros, de zapatillas, y otros, hasta los pobres de alma).

El murguero pone el pecho, copa los espacios públicos y expropia aquello de lo que nos han privado (y lo que han privatizado). Llena de alegría nuestros corazones que sangran por la injusticia y a veces nos da escalofríos, nos canta tantas verdades juntas...

La murga y el murguero tienen vida propia y nos llenan de vida a nosotros. Nos quitan la tristeza y nos quitan, en un baile, todas las penas.



¡RUBÉN CARBALLO PRESENTE! ¡AHORA Y SIEMPRE!