domingo, 6 de noviembre de 2011

Lo bueno (y lo malo).

Van a ser tres años, y las palabras son siempre las mimsas. Es triste decir que duele como el día en que lo supe, porque es así. Es triste ponerme enormemente feliz por haberme rodeado de humanos y humanas tan maravillosxs, porque falta alguien.

Todo lo que pueda transmitir, duele, y no hay vuelta. Frases hechas si las hay en el espacio que pelea por vos: "qué lindo hubiera sido conocernos de otra manera". Y ahí duele, además de saber que falta uno, duele saber que jamás nos hubiéramos conocido de otra manera.

Y entonces, qué es lo bueno... una hasta se siente culpable por tener algunas alegrías. Lo bueno es que nadie se cruzó de brazos, nadie dejó de preguntar, de interpelar, conmoverse, nadie dejó de salir a la calle. Lo bueno es que, existiendo la posibilidad de que falte uno y no pase nada, las cosas pasan. Porque las hacemos pasar.

Lo bueno es que hacemos que las cosas pasen. Lo bueno es que nos duele, malo sería que no. Lo bueno es que llevemos a Luciano Arruga a donde quiera que vayamos. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. Eso es bueno

¿Lo malo? Lo malo es que Luciano Arruga fue perseguido, secuestrado, torturado y desaparecido por la policía. Lo malo es que no hay justicia.