viernes, 22 de octubre de 2010

Qué sabrán ellos, de la palabra Libertad.

Murió Mariano, ¿Qué Mariano? ¿El par? ¿El compañero? ¿El estudiante? ¿El trabajador? ¿El solidario? Murieron todos ellos. Y murió Mariano. La persona. Y para aquellos, los innombrables, persona es la misma cosa que animal. Ganado. Perro. Cerdo.

Una persona que, lejos de todo egoísmo, nos/me quería regalar otro mundo.

Y no debería decir que murió, porque es responsabilidad de todo aquel que lo nombre, decir que lo mataron. Que fue asesinado a sangre fría por una mafiosa y violenta patota sindical.

Y qué tristeza ¿verdad? Ver la suerte que sufrió un chico, un joven, un estudiante y compañero. Qué tristeza. Ver tanto en manos de tan pocos.

Y qué rabia la impunidad de los pocos. Y qué ganas de ahogar un grito sordo de tan fuerte, que descontracture toda diferencia y comprenda la sensibilidad solidaria de los Mariano y los Luciano.

Te prometo, compañero, que no me olvido de vos. Porque tu muerte me duele. Y me pesa.
No entendieron nada los que te quitaron la libertad, Mariano.






Justicia para Mariano Ferreyra.

2 comentarios:

  1. se me caen una lágrimas, es hermoso este texto...

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  2. Gracias Agus, a mí me sirve escribir para descargar, y sobre todo me ayuda a decir esas cosas que a veces hablando no se terminan de entender. Un abrazo compañera!

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