viernes, 17 de diciembre de 2010

Esas cosas por las que jugarse, que le dicen

Qué raro es a veces llegar a conocer en profundidad los sueños, los anhelos del otro. Que en definitiva resultan ser la esencia del otro. Y que son pocos los que la dejan ver, son pocos.

No digo que esté mal, claro que no. Mucho menos quiero decir que yo sea uno de esos transparentes, aunque suelo intentarlo. Pero cuando uno siente que la persona que tiene enfrente, o mejor dicho, al lado, demuestra con hechos eso que mucho decimos querer con palabras, es escalofriante.

Y es escalofriante porque es bueno. Porque se trata de un voto de confianza, porque el tiempo corre. Y en estos tiempos, en los que corre el tiempo y suena el río, solemos creer que pocos son los que valen la pena. Y ni que lo diga, los que valen la pena son miles.

Sepa que aquellos que valen la pena no luchan para sobrevivir, luchan para hacer justicia. Son esos que a una le enseñan poquito a poco lo que es y lo que significa estar aquí, donde estoy.

Y esos de los que hablamos no son precisamente militantes full time. O no los que solemos llamar así. Son los docentes, los periodistas, los estudiantes, abogados, militantes, son señores y señoras que aman lo que hacen, aman estar donde están. Porque, de hecho, HACEN. Y nos lo hacen saber.

A esos que a mi me enseñan a vivir, los quiero con el alma.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Lo demás vendrá solito...

Qué sano es escribir, ¿verdad? Escribir en cualquier lado y situación. Tomarse el tiempo a veces, o quitarle tiempo a cositas menores, para escribir. Y canalizar. Canalizar iras, angustias, alegrías, insomnios, conmociones, emociones, sueños, utopías, nervios. Y canalizar. Que todo aquel que sea devoto de la escritura lo sabe, una puede caerse de sueño pero si tiene que decirse algo, decirte algo, no se duerme.

En cursiva, en imprenta, lápiz, lapicera, fibrón, pluma, cuaderno, hoja suelta, apunte, libro, boleto, servilleta. Escribir es un hábito que, creo y espero, no perderé nunca. Porque todo aquello que quiera decir y mi personalidad o mi entorno no me permitan, lo escribiré. Y algunos de mis textos serán publicados e intentarán ser comunicadores de ideas. Otros podrán ser leídos por unos pocos. Y otros, los más, serán releídos y reformados, o no, por mí dentro de unos años, meses, semanas, días.

Y traerán risas o llantos; pero seguro también recuerdos, nostalgias de tiempos lindos y feos, imágenes, sensaciones, olores. Y, creo, eso es lo más valioso de la escritura, lo que más me fascina. Transmitir a usted, o a mí misma, o a ambos. Generar una inquietud, una idea, un objetivo, una alegría y, si es necesario, una incomodidad. Esa incomodidad que genera el replanteo. De quién soy, por quiénes soy y por quiénes quiero ser. A quiénes quiero dejar ser

Y una se va perfeccionando con los años de escritura. Claramente no estoy diciendo que escriba mejor. Pero sí creo descubrir formas de escritura con las que me siento más cómoda. Sí formas con las que tal vez, creo, algún lector puede sentirse más cómodo. Verá usted, si no escribe, que lindo es escribir.

Y releer los primeros textos. Esos de mis 12 años, perdidamente enamorada. O los de los 14, increíblemente confundida pero también motivada. O los 16, a penas una hacedora de los sueños que algún día tendré suficiente coraje para cumplir. Y los 17, ensayísticos, experimentadores y expectantes de esa etapa nueva. Que me han ayudado a comprenderme en mis situaciones. Y viera usted todo lo que una aprende de una cuando escribe, todo lo que aprende a expresar sus emociones sin revelar aquello que no quiera, pero haciéndose comprender.

Cuando acompaña el mate, alguna comida, algún cigarrillo, algún tiempo. Ese traicionero pero anticipado tiempo. Alguna idea previa, como un boceto mental. Y hojas y lapicera. Que no se acaben, que no falten, que una se desespera y es capaz de escribir la pared limpita y bien pintada.

Hay que intentarlo, en los primeros textos seguramente canalizará pero tal vez no comunique. Y ahí, sobre la marcha, con tiempo y paciencia, empezará a sentirse una comunicadora, un comunicador. Esa es la gracia real de la escritura.

También tendrá oportunidad de recibir críticas, y créame que alguna -por constructiva o destructiva- le abrirá o romperá el corazón. Y en cualquiera de los dos casos habrá que empezar de nuevo, pero no de cero.

Y como si una cosa fuera la otra, escribir lo o la llevará a leer. Leerse primero a usted misma o mismo. Y después a otros y otras que escriban parecido. Y después a otros y otras que escriban distinto.

Y podrá robarse técnicas. Acortar o alargar párrafos y oraciones. Quitar y reponer conectores. Perfeccionar ortografía y gramática. También aprenderá a llegarle a quien conozca, y podrá decepcionar a unos cuantos, y tal vez, quién dice, se sentirá orgullosa u orgulloso de esas decepciones. Pero no vaya a creer que robar técnicas es malo. Porque cuando descubra las suyas propias y las vea en textos ajenos -salvando, claro, que sean fieles copias- se sentirá feliz y eficiente de su escritura.

Lo demás vendrá solito, y verá que es maravilloso.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Que quién adhiere a la política no represiva?

Cada vez me está costando más comprender. Al oficialismo.

¿Es que realmente hablan de este gobierno esos que dicen lo de la política no represiva? Porque a mí entender, este es un período terriblemente REPRESIVO y NEGADOR.

NEGADOR del gatillo fácil, de la trata de mujeres y niños para la explotación sexual, de la violencia de género, de la corrupción, de la criminalización de la pobreza y de la protesta, de los despidos, de los punteros, de la discriminación que sufren los pueblos originarios, de las desapariciones en democracia, de los policías genocidas (de este punto no sólo es negador, sino también reincorporador). Y el oficialismo, particularmente, es negador de la oposición de izquierda; con la que tengo muchísimas diferencias ya sabidas, pero es la que más me representa.

Yo estoy cansada de oír los clichés kirchneristas; que Nacional y Popular, que hacerle el juego a la derecha, que nos devolvieron la política. La política (lamentable por la situación y positivo por la resistencia) nos la devolvió la crisis del 2001.

Yo tengo cuatro cortos años de militancia y jamás me he sentido cuidada, respaldada, protegida, respetada por el gobierno. De hecho, en los últimos dos años, me he sentido, en varias ocasiones, amenazada e insegura, con un gobierno absolutamente ausente. No, me retracto, ausente no, presente y cómplice, encargado de encubrir y permitir la impunidad.

Estamos hablando del gobierno con más presos por luchar, del gobierno con más casos de gatillo fácil desde la democracia hasta ahora. Estamos hablando de un gobierno con SEISCIENTAS mujeres desaparecidas por año en las redes de trata. Y hablamos del mismo en el que cada 28hs muere una persona en manos de la policía.

Uno de sus gobernadores decretó estado de sitio por ocho días, otro ordenó la represión que asesinó a Fuentealba. El kirchnerismo asumió con el respaldo de uno de los asesinos políticos de Darío y Maxi, el otro es jefe de gabinete.

Y ahora se vienen las patrullas municipales.

Éste es el gobierno sin Luciano Arruga, sin Jorge López, sin Carlos Fuentealba, sin Mariano Ferreyra, sin Diego Bonefoi, sin Rubén Carballo, sin Fabián Gorosito, sin Diego Lucena y sin tantos otros...

A mí, el oficialismo, no me convence de NADA.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Pelee por la Revolución

1º Postal
Tuve que pasar por la marcha de Congreso el 25 de noviembre (Día de la NO-Violencia Contra la Mujer) para ir a otro lado, y unos chicos de Izquierda Socialista me dan un volante en alusión a la fecha y me dicen en tono burlón "a las mujeres no se las toca". Los miro con mi peor cara y les digo "NO". Sigo caminando... "y menos cuando son tan lindas como vos, sabés que tengo una habitación que está re buena ¿querés que te lleve? Daaale, no te hagás la difícil...". No tenían la menor idea de lo que me acababan de dar.

2º Postal
Damos un trabajo sobre feminismo en el colegio y un compañero irrumpe y dice "no es que yo me crea superior ni inferior a ninguna mujer eh, pero entonces expliquen por qué en todas las especies el macho es el líder. Además el patriarcado existió siempre"
Nada que aclarar, ¿no?


Yo creo que las agrupaciones de izquierda cometen un grave error cuando no incluyen políticas de género en su agenda (o cuando lo hacen por compromiso, y cuando termina el taller, termina la equidad). Lejos están de comprender que esa Revolución a la que aspiramos jamás se concretará si nosotros mismos no somos respetuosos de la equidad y la diversidad en todos los órdenes culturales.

El feminismo es indispensables para la Revolución justa, y ruego a todo aquel que pretenda objetarme, que primero averigüe el significado real del término, y luego diga lo que quiera.

Los abortos clandestinos, la trata de mujeres y niñas, la discriminación, la homofobia, el maltrato psicológico, la violencia de género, la inequidad laboral, el derecho a ser madres convertido en la obligación de ser madres, el sometimiento sexual y el apartamiento de las mujeres de la política están vigenes. Y no dar importancia a esa problemática es NEGARLA.

¿Cómo se elimina? Con la lucha diaria.
Si no se dice, no se asume.
Si no se asume, no se escribe.
Si no se escribe, es implícita.
Y si es implícita, no se quita.

Si usted quiere la Revolución, pelee por la Revolución.
Pero sepa que la verdadera será
en las PLAZAS
en las CASAS
y en las CAMAS.

martes, 16 de noviembre de 2010

Historia... de vida

Puf, un nuevo círculo de pertenencia y sentirme identificada con otros y otras. Preocupaciones y ocupaciones, varias y distintas.

Un nuevo sentimiento y otro amor. Ese amor del que tanto me han hablado y que desconozco casi por completo. El amor de la gente con el estudio. Porque estudiar lo que a una le gusta debe sentirse tan lindo. Tan lindo debe ser que no me atrevo a imaginarlo.

Y años de esperar. Años del famoso "cuando sea grande voy a ser...". Años de no alcanzarme la humanística del secundario. De querer saber más y estudiar más. Estudiar historia y leer autores y poder decir que me identifico con Fulano por tal cosa y con Mengano no coincido por aquello.

Ir a esa universidad, en la que siempre quise estar. Porque esa universidad es un mundo, y ahí voy a encontrar a esos. Esos que saben de qué se trata mi lucha, por quiénes es mi lucha. Ellos van a entender por lo que sufro y que cosas a mí me dan alegría.

Para mí la universidad es otra cosa, cosa a la que no le temo. Pero, qué incertidumbre, carajo, que incertidumbre...

La Facultad de Filosofía y Letras es la que voy a frecuentar. Porque mi carrera es Historia. Para ser comunicadora. De ideas.

viernes, 22 de octubre de 2010

Qué sabrán ellos, de la palabra Libertad.

Murió Mariano, ¿Qué Mariano? ¿El par? ¿El compañero? ¿El estudiante? ¿El trabajador? ¿El solidario? Murieron todos ellos. Y murió Mariano. La persona. Y para aquellos, los innombrables, persona es la misma cosa que animal. Ganado. Perro. Cerdo.

Una persona que, lejos de todo egoísmo, nos/me quería regalar otro mundo.

Y no debería decir que murió, porque es responsabilidad de todo aquel que lo nombre, decir que lo mataron. Que fue asesinado a sangre fría por una mafiosa y violenta patota sindical.

Y qué tristeza ¿verdad? Ver la suerte que sufrió un chico, un joven, un estudiante y compañero. Qué tristeza. Ver tanto en manos de tan pocos.

Y qué rabia la impunidad de los pocos. Y qué ganas de ahogar un grito sordo de tan fuerte, que descontracture toda diferencia y comprenda la sensibilidad solidaria de los Mariano y los Luciano.

Te prometo, compañero, que no me olvido de vos. Porque tu muerte me duele. Y me pesa.
No entendieron nada los que te quitaron la libertad, Mariano.






Justicia para Mariano Ferreyra.

jueves, 23 de septiembre de 2010

De los temores

Hay momentos en los que una no sabe qué del otro está dispuesta a bancarse, y entonces analiza, y sacrifica o no, y arriesga o no.

Pero es jodido cuando una no sabe qué de una está dispuesta a bancarse cuando está con el otro. A ver si me explico, una cambia, claro, no su esencia, pero cambia actitudes, se "amolda", por así decirlo. Y cuando una misma no se banca estando con el compañero, probablemente no sea el compañero indicado.

¿Y qué es lo jodido? Que a veces, con algún compañero, NO SÉ si me banco. Pero, qué cómico, la puta madre. Lo que no me banco es la incoherencia de mis actos.

La incoherencia de (modestia aparte) la valentía que tengo en algunas situaciones, algunas reacciones mías, que no se me mueva un pelo por saltar frente a cinco monos a defender a un/a desconocido/a; y la sumisión (a veces) frente a mi pareja y la cobardía de no decirlo todo porque NO.

Es bueno saber que el compañero te cuida, te conoce, y te sabe miedosa. Y de a poquito te convence de que no es a él a quien temer, porque él teme lo mismo, porque él es bueno. Y, en todo caso, podemos temer juntos, otra cosa.

Y otro día, que temer con vos es otro voto de confianza.

sábado, 11 de septiembre de 2010

De Sarmiento, Ni hablar

"Maestros enseñen a los Niños a ser PREGUNTONES para que pidiendo el POR QUÉ de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la RAZÓN! No a la AUTORIDAD como los LIMITADOS. Ni a la COSTUMBRE, como los ESTÚPIDOS” Simón Rodriguez


Yo no tengo forma de agradecer y retribuir a mis maestros, no tengo forma

lunes, 30 de agosto de 2010

Usted sabe, que a mí me gustan muuuuuchas cosas.

Me gustan las charlas terapéuticas con mi hermana o con amigas, a la madrugada, en la cocina, fumando cigarrillos y tomando mate.
Me gustan los hombres.
Me gustan los bebés y los niños.
Me gustan las reuniones de mi familia numerosa.
Me gustan las tardes al aire libre con áaaaarboles y pastito.
Me gusta la playa, de noche.
Me gusta el teatro.
Me gustan las utopías, que sirven para caminar.
Me gusta la militancia de base.
Me gusta la docencia.
Me gustan las marchas.
Me gustan los sueños.
Me gusta la juventud, y me emociona.
Me gusta dejar pasar el tiempo y recordar cómo era antes.
Me gusta extrañar un poquito.
Me gustan mis padres, y sus historias.
Me gusta confiar.
Me gusta que confíen en mí.
Me gusta tener cerca a la gente linda.
Me gusta estar prevenida a veces.
Me gusta la primavera.
Me gusta cuando me cuidan.
Me gusta analizar mis sueños.
Me gusta escribir.
Me gusta hacerme la justiciera.
Me gusta leer hasta las tantas.
Me gusta el cine.
Me gustan las lapiceras de pluma.
Me gusta la música.
Me gusta la revolución en todos los órdenes (en las plazas, en las casas y en las camas).
Me gusta la casa para mí sola.


A mí me gusta la libertad.

martes, 22 de junio de 2010

Allá en la 12

Cada vez se afianza más el laburo en el barrio 12 de octubre, y cada vez son más las esperanzas de que la cosa, en esa manzana y media que constituye una villa, cambie para mejor. No hay violencia ni represión que alteren el clima de respeto, cuidado y paciencia que se vive allá adentro. No existen, en ese espacio, los sueños frustrados.

Y aunque todos los días pase y mire y pare y provoque ese maldito patrullero, que parece que quisiera comprobar que les enseñamos bien a multiplicar y a dividir, las actividades siguen andando su rumbo. Los chicos que no tienen tarea vienen a pintar, a leerse cuentos, a llenar la plancha de corcho con sus dibujos y mensajes.

Los chicos que terminan la tarea, a veces agarran los tachos que los sábados usa el taller de murga y salen a improvisar/practicar un poco a la calle. ¿Y qué ruidos van a ser molestos cuando los ves radiantes de felicidad y orgullosos de sus expresiones artísticas? ¿Qué mal pueden hacer esos chicos que son parados de forma constante por la policía si devuelven todos los tachos y palillos intactos sin que nadie los ande controlando, de la misma forma que la bici que les presta algún que otro compañero?

Y parece que la foto de Luciano enmarcada en la biblioteca, con esa sonrisa radiante que (aseguran los que lo conocieron) lo caracterizaba; parece que nos estuviera dando el ok para comenzar todos los días un día.

Y (¿seré ingenua?) no veo ningún mal en los ojos de esos chicos que saben que en "la casa de la mamá de Luciano" donde "enseñan los amigos de Luciano" las ganas de vivir constituyen el único requisito. Chicos a los que nadie les tiene que aclarar que nos tenemos que respetar porque es más que sabido que es un espacio de todos y los materiales son de todos, de la misma forma que los proyectos.

Qué bueno saber que las cosas van marchando bien.

viernes, 11 de junio de 2010

Tía MUNDIAL

A veces tardo mucho, señor, señora, en actualizar. Sabrá usted disculpar, pero cuando no se cae una idea, no se cae una idea, y no hay con qué darle.

Estuve pensando en esto del mundial y qué sé yo qué, claro, bueno, ahora me hago la desinteresada, porque esto y aquello. Pero siempre me van metiendo chispita de a poco. De hecho hoy en Pro&MI (Proyecto y Metodología de la Investigación), nadie escuchaba al pobre docente y nos íbamos contando el partido de Uruguay unos con otros, pasando la información de uno que escuchaba por la radio, eso me hizo un no sé qué.

Bué, poco y nada tengo para decir, claro, no voy a ser de los recalsitrantes que defenestran eventos como el mundial o el Bicentenario. Sólo digo, como dije en el Bicentenario; festejemos, y no por eso, olvidemos tooooooooooooodo lo demás.

Es como una especie de consejo, moraleja, recordatorio, como una de esas mosquitas que te zumban, o como tu mismísima madre. Hacé esto, pero no por hacer esto, dejes de hacer aquello. Ahora sí, pueden mirar el mundial con mucho entusiasmo, SI NO SE OLVIDAN, EH.


Buenos días Buenas tardes Buenas noches
Rosaura

domingo, 23 de mayo de 2010

Mayo 25, 2010


Soledad sobre ruinas, sangre en el trigo,
rojo y amarillo, manantial del veneno,
escudo heridas, cinco siglos igual.

Libertad sin galope, banderas rotas,
soberbia y mentiras, medallas de oro y plata
contra esperanza, cinco siglos igual.

En esta parte de la tierra, la historia se cayó
como se caen las piedras, aún las que tocan el cielo
o están cerca del sol, o están cerca del sol.

Desamor, desencuentro, perdón y olvido,
cuerpo con mineral, pueblos trabajadores,
infancias pobres, cinco siglos igual.

Lealtad sobre tumbas, piedra sagrada.
Dios no alcanzo a llorar, sueño largo del mal,
hijos de nadie, cinco siglos igual.

Muerte contra la vida, gloria de un pueblo
desaparecido, es comienzo, es final,
leyenda perdida, cinco siglos igual.

En esta parte de la tierra, la historia se cayó
como se caen las piedras, aún las que tocan el cielo,
o están cerca del sol, o están cerca del sol.

Es tinieblas con flores, revoluciones,
y aunque muchos no estan, nunca nadie penso
besarte los pies, cinco siglos igual.

martes, 27 de abril de 2010

Me han enseñado.

Me han enseñado que arriesgarse a vivirlo es mejor que quedarse con la duda.
En el amor, nunca lo apliqué.
En su momento era una absoluta inexperta, ahora, una absoluta con tips.


Cuando me enamoré por primera vez tenía 12 años, un cuerpo en plena revolución y una ternura pendiente. Sueños, aspiraciones. Empezaban a gestarse mis ideales, empezaba a ser yo con todas mis situaciones. Pero no lo era aún.

Buscaba lugares para canalizar las luchas de mis hormonas y papel y pluma para empezar a escribir lo que terminaron siendo ensayos de la vida misma.

Comencé un taller literario donde conocí a alguien que tenía mi edad, mis sueños y sus egos. Alguien que disponía de todo mi tiempo y fue, por años, dueño de mis mejores sonrisas.

Siendo una petisa cambiante en todo sentido, que apenas comenzaba a experimentar lo que es hoy mi relación con la escritura, decidí, o decidió mi cuerpo; no arriesgarme.

A mis 16, poco hace que me desligué y puse los pies sobre la tierra, y eso no lo determinó que dejara de quererlo (también), sino saber que ese amor hippie chik no es lo que quiero para mí.


Llegando a los 17 estoy ahora. No tan lejos de ese primer amor. Sí muy lejos de esos 12.

Sé lo que quiero para mí.
Mi cuerpo tiene forma de pera para siempre.
Mi ternura tiene sus tiempos y sus revelaciones.
Aquellos sueños y aspiraciones son hoy mi militancia.
Hoy soy yo y todas mis situaciones. Ésta seré por muchos años.
Hoy conozco mis metas más allá de hoy.

Hoy mi escritura es mi catarsis. El teatro mi terapia. La militancia mis ilusiones. La historia mis fundamentos.


Y sí. Hoy. Tengo miedo de volver a enamorarme.

domingo, 25 de abril de 2010

Usted sabe. Como es esto.

Me picó ese bichito que no te deja hasta que no agarrás pluma y papel y te ponés a escribir.

¿Y saben qué? Escribir para canalizar una inmensa felicidad. Una felicidad en un mundo cruel, doloroso e injusto; la felicidad de una lucha digna, un amor incomparable y un tiempo a favor.

Una felicidad que últimamente me da pocos respiros, digo, pocos momentos amargos.

Y una felicidad que, como si no alcanzara con lo anterior, me llegó a tiempo. Bueno, para algunos muy temprano, pero prefiero eso a que llegue tarde. Y digo que llegó a tiempo porque a mis cortos 16 años sé lo que quiero para mi vida, para mis pares y para mis hijos.

Creo que sería muy larga la lista de esos señores que construyen mi felicidad. En resumen; familia, amigxs y amigxs y compañerxs de militancia.

A mi familia, sobre todo a mis mayores, les debo las huellas que me han dejado, la libertad que siempre me dieron, los sueños que protegieron, las iniciativas que alentaron. A mis pares les debo un camino que, sobre todo hoy, estamos haciendo juntos. Una infancia llena de risas, meriendas en lo de la abuela y algún que otro porrazo; que también nos enseñó a no saltar en la cama ni correr muy rápido.

A mis amigxs, bueno, a ellos les debo el apoyo, el respeto por lo mío y la confianza para mostrarme lo suyo. Les debo su preocupación y ocupación por mis miedos, por mis sueños y algún que otro reto en el momento indicado.

A compañerxs de militancia, a ellos les debo los cálidos espacios, el lugar que me dieron y las amistades que encontré. Les debo el amor por esto que, sabemos, es nuestra vida y nuestro futuro. Les debo el tiempo, las historias que me contaron y las marcas que me dejaron. Los ejemplos. Y los sueños.

A todos, les debo la paciencia ante los errores.
Y a todos. La confianza.

lunes, 12 de abril de 2010

Resucité, y con muchas verdades para escupir.

Bueno, sí, hace unos varios días que no escribo, así que sabrán disculpar pero tengo muchas cosas para decir.

¡TENEMOS POLICÍA 3! Qué seguridad mi dios. Es así: PBA, PBA2 y PBA3 (o vaya usted a saber cómo se va a llamar la nueva municipal); y PFA, Metropolitana (que usan unos gorros reeeeeeeeeee copados) y UCEP. Creo que aquí en el conurbano tratan de igualarse con Mauri en lo hijos de puta. No sea cosa que uno reprima y hostigue más que el otro, ¿no?

Bué, tendría que hablar enserio. Qué tristeza y bronca me da esta nueva policía, el intendente y su séquito de impresentables. Pero más indignación me produce la seguridad de la gente de creer que (habiéndose inventado la policía habida y por haber) vamos a estar mejor cuantos más de esos haya en la calle.

Y aclaro, que la gente, no son los chicos levantados por portación de cara ni sus familiares. No son los latinoamericanos indocumentados ni los pueblos originarios hostigados y golpeados por sus acentos, colores, costumbres, nacionalidades, etc (porque resultó ser Argentina la elite de América Latina). No son los obreros echados de las fábricas por pedir la licencia correspondiente para las embarazadas. No son los comerciantes que tienen que pagar peajes a la policía para no ser asaltados. No son las doñas que tienen que pagarle al puntero para la cloaca que deben recibir gratuitamente, ni las que tienen que pagar la comida en los comedores. La lista sigue, esos, no son “la gente” que quiere la policía, esos son “la gente” que sufre la otra inseguridad, la que parte de los uniformados y los políticos.

Ni con PBA1000 ni con gendarmería en la calle vamos a solucionar una inseguridad y una violencia que se empieza a gestar años atrás, y cuyas consecuencias sufrimos hoy. Ni con mediocres culpándonos a los jóvenes para no asumir los errores de su generación.



Ayer, en el barrio 12 de octubre, organizamos una jornada para inaugurar -a partir de esta semana- aquello que Vanesa Orieta dijo desde el principio, talleres culturales y apoyo escolar. Una hermosísima jornada llena de niños que corrían por todos lados, locos de alegría por los juegos de la kermesse y por el show de clown con malabares y zancos y esas cosas que a mí también me divierten, debo admitir.

Una hermosísima jornada y una Vanesa feliz de ver por fin ese movimiento en su barrio, que intentó ser boicoteada cuando dos mujeres con camisas del Municipio de La Matanza empezaron a repartir volantes en la misma plaza, impresos y escritos por el Comisario de la Comisaría 8va.

Resultó ser que esos volantes decían “consejos para no ser asaltado” (lamento no haber guardado ninguno, creo que me daban alergia), entre los cuales había cosas parecidas a estas (todos eran nefastos, pero estos dos en particular, me llamaron mucho la atención):

• No permita entrar a desconocidos a su casa o barrio y pídales que se identifiquen antes de entablar conversaciones con ellos (qué casual, que un grupo de estudiantes y docentes, algunos de lugares ajenos al barrio de la 12, comencemos esta semana a dar talleres artísticos y apoyo escolar; dudo que los vecinos no nos dejen entrar al barrio, muchísimo más lo dudo con ese puntero corrupto e injusto que tienen, que se hace llamar “el presidente/capo del barrio” y que le niega o cobra las cloacas a la mitad de los habitantes por ser de nacionalidad paraguaya).

• Si ve entrar humo o agua por debajo de su puerta, no la abra, verifique la situación y comuníquese con el encargado de su edificio (creo que esas pobres mujeres fueron enviadas al barrio equivocado. ¿De qué edificios habla el comisario en la 12? Mmm, le falta pegar una vueltita por la zona que debería estar cuidando).

Estas mujeres repartían muy tranquilamente los volantitos. Vanesa, no tan tranquilamente y con toda la razón, les explicó por qué creía que el comisario y el puntero eran unos mafiosos, les pidió que no repartieran eso en esta jornada que nada tenía que ver con el poder político y el jefe de turno y que se informaran antes de entregar esa paranoiqueada a la gente.


Qué linda provocación, Fernando…

jueves, 1 de abril de 2010

El sistema

que programa la computadora que alarma al banquero que alerta al embajador que cena con el general que emplaza al presidente que intima al ministro que amenaza al director general que humilla al gerente que grita al jefe que prepotea al empeado que desprecia al obrero que maltrata a la mujer que golpea al hijo que patea al perro.


Eduardo Galeano

jueves, 25 de marzo de 2010

Esta es la Argentina Nacional y Popular

Hoy voy a hablar del gobierno Nacional, Provincial y Municipal. Voy a exponer mis ideas y argumentarlas. Y no, no es porque sea de la nefasta oposición de Macri, no es porque pretenda darle de comer a Clarín, NO. Es, justamente, porque estoy cansada de esas acusaciones, estoy cansada de esa mentira de que “laderecha”, se nutre de nuestras exigencias a Cristina F., Néstor K., sus punteros, su gabinete y sus funcionarios. Y si es así, y yo me equivoco, realmente, me duele ser funcional a esos mierdas, pero no voy a cambiar la funcionalidad a ellos por la funcionalidad al gobierno.
Listo. Empiezo.

No logro entender, bajo ningún concepto, que un gobierno que se autoproclama “el gobierno de los Derechos Humanos”, haya iniciado los juicios a los genocidas (que por cierto, hay que acelerar) y no haya garantizado la seguridad de un testigo clave como Julio López. No sólo eso, sino que no haya dado vuelta la tierra para encontrarlo en su debido momento. Y, peor aún, que ahora no hable de él (una de las cosas que más critico a este gobierno; NO HABLAN de cuestiones fundamentales que, para ser más clara, se relacionan, en su mayoría, con los Derechos Humanos de hoy).

Este mismo gobierno, el de los Derechos Humanos, es el que no cuestiona el gatillo fácil ni la represión (la única vez que lo hizo el impresentable Stornelli, lo planteó como un boicot a su gestión; VERGONZOSO). En definitiva, no controla los manejos de su policía. Cuando digo manejos me refiero a la corrupción, al gatillo fácil, a las redes de prostitución, a los otros tipos de trata de personas, a los desarmaderos, al paco, a todos los negocios sucios donde se involucran funcionarios y miembros de las fuerzas de (in)seguridad.

Éste es el gobierno de la PRESIDENTA, que habla de compañeros y compañeras, de argentinas y argentinos. Que habla de género en el 90% de sus discursos y que no exige ningún tipo de control a las comisarías de la mujer, donde más que recibirse sus denuncias se las viola. No habla (sí, reitero) de las redes de trata. No impulsó ningún proyecto de género significativo (más que la asignación universal por hijo, si se lo quiere llamar de género, que considero que está bien pero no alcanza). Un gobierno que no habla del derecho de homosexuales y travestis a casarse, a adoptar hijos, a no ser maltratados.

Un gobierno que clama memoria, verdad y justicia y que habla de éste, el país de los DESAPARECIDOS, pero no nombra a los desaparecidos de la democracia. No recibe a familias de chicos asesinados, secuestrados, torturados y desaparecidos. Un gobierno que nunca habló de Miguel Brú, de Luciano Arruga, de Luciano González, de Boli, de Iván Torres, de Julio López y de una inmensa lista que se sigue agrandando.

Ese mismo gobierno, el que pide memoria, verdad y justicia, es el gobierno que el 24 de marzo les negó a las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, la palabra frente a la multitud. El gobierno que no respetó la histórica marcha desde hace 14 años del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia; marcha que han respetado los gobiernos más nefastos. El gobierno que no sólo no respetó la marcha sino que no nos permitió entrar a la plaza, y no hablo de partidos y organizaciones de izquierda. Hablo de decenas de organismos de Derechos Humanos con una línea política intachable, y hablo de familiares de pibes asesinados, torturados y desaparecidos en ÉSTA democracia.

Por último, critico al gobierno que asumió con Duhalde (Darío y Maxi, y sus negocios con droga, droga y más droga), un Kirchner gobernador de Menem, un Scioli que presenta un proyecto de código contravencional desastroso, un Stornelli que se le ríe en la cara a Vanesa Orieta y que reincorporó a los 8 policías secuestradores de Luciano Arruga (y al que se le ocurre hablar de gatillo fácil hoy, cuando venimos denunciándolo hace años), un Espinoza que prometió cerrar el Destacamento Preventivo de Lomas del Mirador (destacamento al cual le sigue pagando el alquiler); y otros nefastos aliados que no tengo ganas de seguir nombrando.

¿Me cabe la derecha? ¿Macri, Clarín, Carrió, Patti? NO, NO ME CABE, y no pretendo serle funcional, pero tampoco pretendo serle funcional a este gobierno. Basta de ese cuentito de si le doy de comer o no a la derecha. Si no los critico le doy de comer a ellos. Critico a ambos y me como la torta yo.

domingo, 21 de marzo de 2010

A 34 años...




Por mi hermana: "No creo en dios, ni en ninguna religión.
Pero admiro a un hombre que llevó a una virgen en brazos para que los militares que no lo mataran en público. Admiro a uno de los tantos católicos tercermundistas.
Admiro a un hombre que ese día tiró al cielo volantes que decían "Marcha por la vida: Porque hay detenidos-desaparecidos, presos por motivos políticos y gremiales, estado de sitio injustificado, hambre y desocupación. Martes 5 de Octubre - 17 hs. - Salida: Av. de Mayo y Cerrito. Convocan: los Movimientos por la Defensa de los Derechos Humanos". Denuncias que algunos hasta el día de hoy siguen negando.
Admiro a ese hombre porque prefirió arriesgarse a desaparecer para poder hacer de este mundo algo más justo.
Amo a ese hombre porque es mi papá."

Fotografía: La República Perdida I

domingo, 14 de marzo de 2010

El Club de la Pelea.

En los últimos días llegué a una conclusión que en parte me sirvió, pero es muy dura. Empecemos por el principio.


1º Postal.
Un compañero del colegio estuvo varios días charlando con otros pibes sobre un intento de robo que había vivido. Un pibe (no sabe si era o no menor, pero era joven), apuntándole con una 22, le quiso robar. Por suerte o por desgracia, lo pudo reducir. Cuando lo tenía tirado, le dio tres veces la cabeza contra el piso; no le siguió pegando porque un adulto que estaba presente no se lo permitió, si no, según él, “lo mataba”.
Nota: la 22 estaba numerada, ergo, era de la policía (¡oh! Sorpresa).
Tuve la discusión convencional con mi compañero, a cerca de la crueldad de tener a un pibe en el piso y jactarse de haber podido matarlo, y asegurar que lo hubiera hecho. Pero además, mi compañero sostenía que “éste seguro era el hijo del puntero político del barrio”. Claro, como si un puntero político se expusiera y expusiera a su hijo mandándolo a robar de esa manera. La corrupción del puntero es mucho más implícita, perversa y premeditada que la de este pobre pibe.

2º Postal.
Otra compañera del colegio, me contó, horrorizada y al borde de las lágrimas por la crueldad de la policía y de su propia familia, otra situación similar a la anterior.
A Un pariente cercano, le robaron la campera y otras pertenencias cuando estaba por llegar a su casa. Cuando llegó, se lo contó a su familia y salieron a buscar al ladrón con un machete y un palo con dos clavos. Cuando lo encontraron, el pibe que había sido robado estuvo a punto de pegarle con uno de los palos, pero al parecer sintió mucha pena por ese chico. Así que él y su familia sólo lo redujeron.
En ese momento pasó un patrullero que (¡oh! Sorpresa), tenía todas las pertenencias que habían sido robadas. Versión de uniforme: se las sacaron al pibe porque sabían que no eran suyas, pero no se lo podían llevar porque era menor.
Cuando los dos canas se acercaron al ladrón, le empezaron a pegar y, con sus botas, a apretarle la cabeza contra el cordón. Cuando mi amiga me contó esto, éramos las dos las que estábamos al borde de las lágrimas.

3º Postal:
Hace varios meses, en mi barrio, asaltaron un locutorio. Los negocios vecinos se dieron cuenta e inmediatamente fueron a defender al dueño y a sus hijos. Sacaron al ladrón al medio de la calle y le empezaron a pegar junto con algunos vecinos que se sumaban y otros que miraban y comentaban. Mi vieja volvía de trabajar y no pudo creer lo que vio. Gente de 30 años para arriba, pegándole a un pibe de no más de 16. Les pidió que por favor lo dejaran, y después de algunas puteadas al pibe y a mi mamá, se fueron yendo y lo dejaron tirado. Mi vieja, claro está, llamó a la ambulancia.

4º Postal.
También hace unos meses, dos pibes trataron de entrar (cuando entraba su mamá) a la casa de una compañera del colegio. Justo pasaban en auto dos vecinos, pararon y se bajaron. A los dos pibes que intentaban robar los cagaron a palos entre ellos y otros del barrio. Llamaron a la policía, y cuando llegó, palabras textuales del uniformado (según mi compañera): “síganles dando, total no los podemos llevar”, mientras jugaban a trabar y destrabar la hitaca.



Nota: el objetivo de los cuatro relatos es, en parte, explicar de qué manera reflexioné y llegué a la conclusión. No es, bajo ningún concepto, el morbo o el regocijo.

Conclusión.
Es increíble hasta qué punto ha llegado la perversión. Hasta dónde nos hemos rebajado como sociedad. Cómo descargamos nuestra bronca de siglos de ser explotados, en un pibe, un pibe que no tiene la culpa, que la culpa es nuestra, carajo.
El “yo no soy culpable de la vida que le tocó”, el “algo habrá hecho, en algo anda”, el “yo lo golpeo porque él no hubiera tenido problema de matarme”, el “hay policías buenos”, el “no se puede vivir, nos están matando a todos”. Son frases. Entre otras. Que nos lastiman.
Solía sentir vergüenza, mucha vergüenza de mi sociedad y de mí como sujeto de ella. Ahora también siento pena. Por esos vecinos, a los que les hacen creer que golpear a esos chicos, a sus hijos generacionalmente hablando, es hacer justicia.

Nota: hasta qué punto justificamos a las víctimas. Luciano Arruga fue torturado dentro de un destacamento, Vanesa Orieta (su hermana) y todos nosotros, sabemos quiénes son esos hijos de puta y dónde trabajan (sí, están trabajando). Vanesa no fue a lincharlos.

sábado, 13 de marzo de 2010

La máquina

Hasta la punta de tu luz,
hasta tu grito más feroz,
se trepó a la máquina.

Es enorme y avanza

no ves cómo te come,
ni un cachito de cielo
para tus soles.

Hasta los ojos de mamá
viven en la maquina.
Hasta tus sueños de cristal,
hasta tu vuelo más audaz,
se trepó a la maquina.

Y en que temor dejaste
que se vaya tu vida
y te quedaste frito
emparchando las heridas.

Hasta tus mocos de campeón
viven en la maquina .

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sueña el Viejo Antonio.

Sueña el viejo Antonio que la tierra que trabaja le pertenece, sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad, que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte, sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena, sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse, sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo. Sueña que debe luchar para tener ese sueño, sueña que debe haber muerte para que haya vida. Sueña Antonio y despierta... Ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe. Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros. Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos. Sueña el virrey que su tierra se agita por un viento terrible que todo lo levanta, sueña con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruida y que el reino que gobernó se derrumba. Sueña y no duerme. El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo. El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es una brujería india y entre todos deciden que sólo con sangre se liberará de ese hechizo y el virrey manda a matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo.
En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar...



Subcomandante Insurgente Marcos.

lunes, 1 de marzo de 2010

La Murga.


La murga es una de las más hermosas expresiones humanas, tal vez mucho más allá de su valor artístico (no porque no lo tenga para mí, pero ha sido y es muy criticada y cuestionada). La murga es divertida, masiva, popular, representativa, histórica, la murga es milenaria y mística; y maravillosa.

La murga habla con y por todos; es fuerte, es conmovedora, es alegre pero esconde miles de años de sueños perdidos y comunidades maltratadas.

El murguero sale a la calle con un corazón triste a gritar las verdades de los pobres (desde los pobres de comida, pasando por los pobres de salud, de cariño, de tierra, de trabajo, de libros, de zapatillas, y otros, hasta los pobres de alma).

El murguero pone el pecho, copa los espacios públicos y expropia aquello de lo que nos han privado (y lo que han privatizado). Llena de alegría nuestros corazones que sangran por la injusticia y a veces nos da escalofríos, nos canta tantas verdades juntas...

La murga y el murguero tienen vida propia y nos llenan de vida a nosotros. Nos quitan la tristeza y nos quitan, en un baile, todas las penas.



¡RUBÉN CARBALLO PRESENTE! ¡AHORA Y SIEMPRE!

sábado, 27 de febrero de 2010

En el tiempo que nos queda *

Suele pasar que a uno le escupan algunas (unas cuantas en mi caso) verdades en la cara y que uno no ceda. Que sepamos de forma conciente o inconciente, que absolutamente todo lo que acabamos de escuchar es cierto, y sin embargo no podamos con eso, y nos neguemos rotundamente a reflexionar esos puntos, y si lo hacemos, jamás se lo haremos saber al otro.
Hace unos días estuve en una situación de esas características, ocupando el lugar de la imputada, la soberbia que se niega a escuchar. Milagrosamente escuché, asentí y reflexioné.
Es importante destacar que tengo un orgullo algo más inflado y una incapacidad para callarme y para admitir errores algo mayores que el común de la gente.
Me callé, escuché, reflexioné, pedí disculpas, expuse mis inquietudes, fueron escuchadas.
Me siento mejor.

domingo, 21 de febrero de 2010

Eso. Lo imposible.

Hay momentos en la vida en los que no lográs entender el motivo de nada, aunque tengas una explicación coherente para todo.
Momentos en los que la ira reemplaza o canaliza todos los sentimientos, inclusive los buenos, los de felicidad.
También es posible que el problema en sí sea la paradoja de que tenés todo tan claro que deja de ser creíble y se nubla por completo.
Y entonces, cuando creés que lo tenés todo claro comenzás a ver que no es así, y que en realidad tenés dudas mínimas e insignificantes (por lo menos siempre lo sentiste así) que superan por mucho las dudas existenciales.
Y si tratás de ocultar esas pequeñas dudas, llega un momento en el que es insostenible, y cuando es insostenible, comenzás –de forma irremediable- a dudar de todo.
Y dudar de todo puede ser mucho más peligroso que tener constantemente esas preguntitas (preguntitas que preferiste ocultar) revoloteándote en la cabeza.
Pero en un momento de lucidez (o de confusión) después del ataque de ira, podés comenzar a ver cuáles son esas cosas que no te animaste a preguntarte o a repreguntarte en el momento indicado. Esos impulsos que no frenaste cuando debieras o, peor aún, no te atreviste a obedecer. Esas cosas que no te animaste a decirle, o que le dijiste. Y esa forma, esa maldita forma en que lo/la trataste y que, mejor o peor que la tuya, definitivamente no sentías propia.
Pero qué pasa, qué pasa si esos sanos minutos iracundos anteriores a la milagrosa lucidez, no llegan cuando tienen que llegar, qué si llegan tarde y ya no podés demostrarle que habiéndoselo dicho o no, habiéndote comportado bien o mal; lo que hiciste, sea lo que sea, no es propio de vos y no hay manera de decírselo, o casi no hay manera.

¿Qué pasa, entonces? Lo intentás. Por última vez. Eso. Lo imposible.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Era eso nomás.

El sueño de una vida normal, una familia, pileta y perro, y un gato, una profesión, una buena acción por día para los niños pobres, una buena relación con el guardia privado o con el policía, con el vecino y el almacenero, defender a tu esposa de los degenerados, cuidar a tus hijos de los secuestradores, mirar televisión y creerle a los noticieros, quejarte de la inseguridad, las epidemias, el hambre en África y terminar diciendo que son pobres chicos sin futuro. Dar clases de ética a todo el que se te cruce, cuidar las formas, los modales y la reputación, por sobre todo, cuidar el apellido, no hablar con extraños ni aceptar sus caramelos, no mirar a los linyeras, no dar limosnas porque es asistencialismo, evitar el barrio de Once, Constitución, Retiro, y, claramente, evitar todo el partido de La Matanza. Ser un ejemplo de vida y tener una vida soñada, ser pasivo, jamás levantarle la mano a una mujer, jamás a tus hijos. Jamás traicionar a un amigo. Revisar los mensajes de su teléfono celular y borrar los tuyos, para estar más seguro. Ir a ver cada tanto a tu madre, y, claro, mantenerla. Llevar a veces a los chicos al colegio para no ser un padre ausente, teñirte las canas, cuando llegue la calva raparte por completo. Ir en el verano a la costa, en el invierno a la sierra. No ir al trabajo cada cuatro o cinco años para quedarte haciéndole el amor, esa la convence de todo. Regalarle todo lo necesario para una vida de ama de casa full time. Ni sueñes llegar tarde o rechazarle una cena, eso jamás. Si es necesario, acompañala a la iglesia. Si es necesario, cená en casa de tus suegros cada tanto. Controlate delante de los chicos, de última se van a tomar un café. Auto, claro. DVD, microondas, TV, equipo de audio, celulares para todos, MP3, vida soñada ¿Superficial? Un poco, es lo de menos. Nunca te repreguntes nada, puede ser malo. Cuidá, siempre, la moral.

¿Solución mágica?: (No, no es "matarte laburando, empezar desde abajo") Nacer en cuna de oro.
¿Y el que no?: (No, no es "el que quiere, puede") Una prenda tendrá. No muy grave, sólo no va a elegir la vida que le toque.




Era eso nomás.

martes, 16 de febrero de 2010

La cultura del terror / 2

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa,
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa la cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a sus hijos a mentir y contagia la peste del miedo.
-los derechos humanos tendrían que empezar por casa- me comenta, en Chile, Andrés Domínguez.




Eduardo Galeano, El Libro de Los Abrazos

domingo, 31 de enero de 2010

Durazno Sangrando

Temprano el durazno del árbol cayó,
su piel era rosa dorada del sol.
Y al verse en la suerte de todo frutal
a la orilla de un río su fe lo hizo llegar.
Dicen que en este valle
los duraznos son de los duendes.

Pasó cierto tiempo en el mismo lugar
hasta que un buen día se puso a escuchar
una melodía muy triste del sur
que así le lloraba desde su interior:

"Quién canta es tu carozo,
pues tu cuerpo al fin tiene un alma.

Y si tu ser estalla
será tu corazón el que sangre.

Y la canción que escuchas
tu cuerpo abrirá con el alba."

La brisa de enero a la orilla llegó
la noche del tiempo sus horas cumplió
y al llegar el alba el carozo cantó
partiendo al durazno que al río cayó
y el durazno partido
ya sangrando está bajo el agua.

jueves, 28 de enero de 2010

Un año sin Luciano, y parece que vienen muchos más...

A veces me pregunto por qué motivo la gente se empeña en descalificar este tipo de luchas, en ignorarlas o no tomarlas enserio. Escuché muchos argumentos, demasiados y muy perversos para mi corta edad. Escuché a una mujer grande, inteligente y "culta" decir que el día que hagamos un festival por las personas que matan los chorros, tal vez venga a este. Entonces elegí no contestar, pero contesto por este medio, ¿quién cree que mató a Luciano esa persona? ¿ser policía te exime del adjetivo de "chorro"? No, inclusive, un indicio para una persona que roba, es ser policía. Porque quién se atreve a negarme que detrás de la trata de mujeres y niños para la explotación sexual, la venta de órganos, los desarmaderos y el robo de autos, las bandas de pibes que salen a robar y/o a vender droga, quién se atreve a negarme que detrás de todo eso está la policía y la complicidad del puntero político de turno, y del estado por afano. Creo que nadie.

También, el otro día, pegando carteles para la actividad del año de la desaparición de Luciano, se nos ocurrió que estaría bueno pegar uno en la estatua de una plaza; inmediatamente vino un sereno a decir que lo saquemos, que nos entendía pero que no lo dejaban. A él llegué a entenderlo, trabaja de eso, para su pesar. Pero se acercó una vieja decrépita con su nieta de aproximadamente 10 años, a mirarnos con cara de horror y a decir "saquen eso, noooo, sáquenlo, que horror", a lo que le respondí con mucha bronca "es por un chico desaparecido, SEÑORA", y la muy forra se atrevió a contestar "noo, no me importa, hay mucho lugar para pegar, de ahí sáquenlo", enojada, de vuelta "a usted no le importará, desubicada, a mí y a mucha gente más, SÍ, no sé qué parte de DE.SA.PA.RE.CI.DO no entiende", y la deficiente mental se quedó mirándome sin saber que decir, hasta que por fin escupió toda su roña: "ENSUCIA". Me quedé paralizada, si esperaba un minuto más la vieja se iba, y yo me quedaba con la boca llena de puteadas, que tendría que guardar para otro momento, pero como caminaba lento porque ya se estaba por morir, le grité de todo, y me sentí mejor.

Entonces, decía, que a lo mejor siento que la lucha me pertenece por mi corta edad, porque soy el blanco estándar de la policía (salvando que tengo para comer y para vestirme bien y una linda casa), será porque la campaña contra la inseguridad, en lugar de quedarse grabada en mi cabeza me rebota y me golpea y me hace doler, y me enerva, pero no me entra, y por cada noticia que veo/escucho la odio más y más, a lo mejor es porque soy de La Matanza también, o porque de chiquita me enseñaron que no hay que hablar con los policías. Como sea, es una lucha mía, porque veo su foto y siento que lo quiero, como me dijo Vanesa una vez "mucha gente me dice lo mismo, es que Lu era un morocho simpático, y eso se ve en las fotos", porque veo a su familia y siento que es mi familia. Y nada me va a hacer cambiar. Y me juré y lo pienso cumplir, me juré que la causa de Luciano Arruga va a ir a donde yo vaya, y en todos los lugares por los que pase voy a hacer saber qué pasó, y con todas las personas con las que hable, voy a contar su vida y su secuestro.

Sé que hay lindas anécdotas y lindos recuerdos de Luciano, sé que no me pertenecen, sé que no es relevante si era bueno, malo o adicto, pero sé también que era bueno. Conozco a sus hermanos y sus amigos, a su mamá y a su abuela, y en todos, todos, vi la misma expresión. Esa sonrisa chiquita que esconde un dolor enorme, profundo, una herida que está removida y pinchada, un dolor humillado y una vida triste. Y los recuerdos, los recuerdos traen una mueca de boca feliz y ojos tristes, muy tristes. Y eso me da ganas de estar en su piel, porque no lo merecen, porque los destruyeron, porque son una familia pobre, numerosa, con chiquitos que saben que no tienen que ser malos, y que cargan con la mochila de una lucha que tal vez jamás hubieran conocido, o no hubieran protagonizado, y sin embargo ahí están, con una década de vida luchando contra la maldita policía, huyendo de la policía, y viendo a secuestradores, a los corruptos, a los perversos asesinos de su hermano todos los días en su barrio, velando por la seguridad de sus vecinos, sus vecinos que viven cruzando la calle en enormes mansiones, y se levantan todas las mañanas sin percibir que frente a sus hermosas casas con un baño por planta, hay una villa con casillas de cartón que no tienen baño, la villa 12 de octubre.

Entonces, me vuelvo a preguntar, por qué motivo las personas ocultan esta lucha. Por qué se habla de hambre y pobreza en África, y aquí sólo se habla de inseguridad. Y me vuelve la luchadora cuando pienso en Vanesa, una mujer, una valiente, una hermana que no le falló jamás, que habla por todos, no sólo por Luciano, que pide justicia por todos y que no tiene miedo, no, no tiene miedo de las amenazas porque ella ya está jugada, porque ahora su vida es esta y no la cambia por nada. Porque aquí, en la lucha, también se conoce gente que te cuida, que te ayuda y que te da lo que tiene y más. Porque es conciente de que quedarse callada no es la solución, y mucho menos lo es deprimirse, porque sabe, y eso es lo que le da fuerza, que no le está fallando, ni a Luciano ni a nadie. Una vez me dijo "quiero tener los enemigos que tengo, y quiero tener más enemigos también". Y entonces vuelvo a decir, por qué tuvieron que marcar su destino, por qué no pudo elegirlo, por qué su vida ahora es esto.


Pero yo, que aún puedo elegir mi destino, lo digo, quiero que mi vida sea esto, esta lucha.

jueves, 21 de enero de 2010

Para que se lo vean.

Si a mí, Rosaura Barletta, me preguntan qué odio sobremanera, seguramente voy a pensar en muchas situaciones, pero ahora, ya, detesto profundamente la campaña mediática y social contra la juventud.

Se manifiesta haciendo mención a los jóvenes que cometen delitos (acompañado de la campaña latente por la baja de edad de imputabilidad), a las tribus urbanas, a la violencia entre adolescentes, al consumo de alcohol y drogas, la holgazanería, la adicción al paco y demás problemáticas cuya responsabilidad radica básicamente en los adultos.

Me enerva que los adultos hablen de nosotros como si fuésemos entes, personas del otro bando, otro idioma o inútiles improductivos y por sobre todas las cosas, culpables de todos los males de la humanidad.

Pero más aún que el odio generalizado de los adultos, mucho más, me enerva que los jóvenes repitan ese discurso criticando a sus propios pares, como si fueran inalienados, o eximidos de ese grupo de mogólicos en masa.

Me pregunto si en las generaciones anteriores también fue así, y tiendo a pensar que, no de la misma forma, pero sí; y entonces no puedo entender por qué los jóvenes de ayer repiten esa parafernalia imbécil si también la padecieron en su momento, y se me cruza la idea de si yo haré lo mismo.

Prometo, aquí y ahora y para siempre, teniendo en cuenta que mi generación posterior (a nivel familiar) ya comenzó con mi sobrino Luca; prometo, que en mi adultez NO voy a ser cómplice de la campaña para bajar el autoestima y las ilusiones de los jóvenes que vendrán. HE DICHO.

lunes, 18 de enero de 2010

Otra vez ellas.

(hablando de un chico que vimos en un boliche, al que bautizamos Macolincoquin)

alguna de las 5: bueno, che, pero tan feo no es, es medio flogger nomás.

otra de las 5: no, no es feo, pero debe ser re boludo.

M: sí, además es medio Gandhi (???????????)

alguna de las 5: Gandhi? o dandy?

M: eso! Dandy.



nota: por un segundo me imaginé a ese chico pelado y flacucho hablando de paz

FUCKING AMOR DE VERANO

Alguien experimentado puede explicarme el concepto de "amor de verano"?

Posibilidades:

a) Que lo veas después de las vacaciones y no entiendas bajo ninguna circunstancia cómo pudiste estar con ESO hace sólo unos días.

b) Que no lo veas más, porque no tiene ningún interés en volver a verte (esto dando por hecho que tuviste sexo, porque si no, es un 99,9% probable que quiera hacerlo con vos).

c) Que lo veas y se pongan de novios (????????????????????????????????). DE NOVELA.


Hoy INQUIETA

La tele me enferma.

En el noticiero de América: dos personas en un auto en la autopista recibieron un mazazo y piedrazos de un grupo de maleantes.

(...)
Chica lastimada: sí, me dieron en un brazo y en el ojo izquierdo.

Periodista (si así se la puede llamar): bueno, me alegro de estar hablando con ustedes, porque bien saben que uno de esos mazazos en la cabeza puede ser fatal; en ese caso estaríamos comenzando la semana con otro tipo de noticia, en la que diríamos que ustedes dos son dos víctimas fatales (??????????????????????????????? qué clase de delicadeza es esa!?)

Chica lastima: sí, sin dudas, además la policía nos dijo que no hiciéramos la denuncia, igual la hicimos.

Periodista: claro, faltó que les dijeran "no hagan la denuncia si total no vamos a encontrar nunca a esos delincuentes"
(...)







Después me preguntan por qué digo que la tele me enferma.

O ella y yo somos dos pelotudas.

(Después de ver la película, M y yo)

M: es increíble.
Yo: no sé si me gustó, es re desconcertante.

- yo en la cocina mirando mi cigarrillo y jugando con la brasita y el cenicero con cara de limada -

M: te pasa algo?
Yo: no, no sé, es esa película que me dejó como...
M: sí, a mí también, me da miedo. Me voy a bañar.
Yo: no cierres con llave que quiero hacer pis.

- En el baño -

Yo: yo también me voy a bañar, no me gastes el agua.
M: a veces pienso que estoy loca, sueño cada cosa (...) me bajó la presión. Qué película.



Moraleja: el club de la pelea es como los dibujitos japoneses que dan convulsiones, zarpada película. O ella y yo somos dos pelotudas.

Eso mismo pensaba yo.

Amiga contándonos la situación de una chica.

"pero P. tiene un montón de problemas en la casa, los hermanos son unos forros, y el papá también; osea, imaginate, una vez le dijo -ojalá no hubieras nacido- entendés? es como decirle ciego a un ciego"


Bienvenidos a mi blog.