sábado, 13 de marzo de 2010

La máquina

Hasta la punta de tu luz,
hasta tu grito más feroz,
se trepó a la máquina.

Es enorme y avanza

no ves cómo te come,
ni un cachito de cielo
para tus soles.

Hasta los ojos de mamá
viven en la maquina.
Hasta tus sueños de cristal,
hasta tu vuelo más audaz,
se trepó a la maquina.

Y en que temor dejaste
que se vaya tu vida
y te quedaste frito
emparchando las heridas.

Hasta tus mocos de campeón
viven en la maquina .

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