domingo, 21 de marzo de 2010

A 34 años...




Por mi hermana: "No creo en dios, ni en ninguna religión.
Pero admiro a un hombre que llevó a una virgen en brazos para que los militares que no lo mataran en público. Admiro a uno de los tantos católicos tercermundistas.
Admiro a un hombre que ese día tiró al cielo volantes que decían "Marcha por la vida: Porque hay detenidos-desaparecidos, presos por motivos políticos y gremiales, estado de sitio injustificado, hambre y desocupación. Martes 5 de Octubre - 17 hs. - Salida: Av. de Mayo y Cerrito. Convocan: los Movimientos por la Defensa de los Derechos Humanos". Denuncias que algunos hasta el día de hoy siguen negando.
Admiro a ese hombre porque prefirió arriesgarse a desaparecer para poder hacer de este mundo algo más justo.
Amo a ese hombre porque es mi papá."

Fotografía: La República Perdida I

2 comentarios:

  1. Por estos días estoy pensando en eso de la fe, estoy leyendo a un existencialista cristiano y su librito filosofia de la existencia,se trata de unas charlas sobre el ser, la realidad, y la verdad. Este post tuyo habla de justicia y de mundo (que es como decía exuperý la tierra de hombres). Entonces me pregunto: qué es justo?. A lo sumo, como el hombre que sostiene la virgen, podemos dar testimonio de algo que nos resulta evidentemente justo, la questión es, que eso no sea precisamente todo lo justo que dicho concepto al menos intuitivamente nos pueda parecer. Por suerte la lucha es dia a dia y la revolucíon se hace todos los día. Y ese -me parece a mi- es el espacio para la justicia. Por eso me parace que cada expresión como la tuya aqui nos acerca un poco, para pensar y repensar la justicia, sin que por ello nos arrolle la injusticia. Bueno saludos!!

    ResponderEliminar
  2. Inu: sí, sin dudas pensar en aquellas injusticias que nos hacen poner la piel de gallina de injustas, y que nos hacen llorar y gritar de bronca, también nos da la fortaleza y la seguridad de que estamos haciendo las cosas bien, y de que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y me gustaría aclarar, un orgullo que sea mi padre, pero más orgullo aún, que sea mi compañero.

    Un beso! Rosaura

    ResponderEliminar